The essence of Piano performance. CH2 S2

The essence of Piano performance. CH2 S2

Es fácil decir que, según la perspectiva explicada anteriormente, si todas las partes de la acción están colaborando, entonces formarán una sola pieza con las manos y los brazos. Esto solo sucederá si cada elemento se asienta con suavidad y comodidad entre sí, como las piedras de una pirámide que simplemente mantienen la posición apoyándose entre sí.

Cuando entendemos que todos los dedos tienen que soportar el peso de todo el brazo y el antebrazo sobre cada uno de ellos, entonces el toque de los dedos empieza a tener sentido y podemos empezar a percibir cómo podemos beneficiarnos realmente del tirón continuo del peso del extractos de brazos contra la actitud de agarre del dedo. Si estamos siguiendo las sensaciones correctas, lograremos tocar con una mano firme, firme pero elástica que puede caminar a través del teclado sin sacudir las muñecas en absoluto.

En el pasado los maestros solían colocar una moneda encima de las muñecas de los alumnos para evitar movimientos superfluos. Sin realizar realmente este anacronismo, aún podemos prestar atención a nuestras muñecas para evitar la ocurrencia de movimientos innecesarios y/o involuntarios a través del enfoque y la relajación de aquellos músculos que no están directamente involucrados en el acto de tocar.

Es obvio que nunca podremos dirigir la misma masa hacia la punta de nuestros dedos cuando usamos solo la acción de los dedos que cuando permitimos que nuestros brazos se involucren. Debido a esto último es que disponemos de 5 movimientos distintos para utilizar con distintos fines. Estos movimientos se pueden usar en combinación entre sí o solos para lograr diferentes efectos y producir diferentes niveles de volumen.

Volviendo al movimiento de los dedos, siempre tenemos que recordar que los dedos que no están tocando de manera efectiva permanecerán listos para tocar si se levantan. Este levantamiento debe ocurrir de forma natural y nunca debe imponerse. Esta preparación se traducirá en más relajación y precisión. Si el levantamiento es exagerado derivará en tensión, si no es suficiente derivará en debilidad del tacto.

El manejo del peso se convierte ahora en el foco principal cuando consideramos refinar la acción; siendo la clave para su dominio la comprensión de cómo lidiamos con la inercia mientras actuamos.

La sensación que debemos tener en cuenta es la que obtenemos cuando nos sentamos cómodamente en un sofá con los codos totalmente relajados y sentados sobre mullidos apoyabrazos. La sensación de libertad que obtenemos de esta ilusión debería permitirnos dirigir más masa a la punta de nuestros dedos, ayudando a nuestro sentido del tacto al monitorear la superficie de las teclas.

El equilibrio entre una mano muy pesada y una levantada de forma inapropiada viene definido por otro sentimiento: la sensación de “descanso”. La precisión en el ataque consistirá en dedicarse al ataque el menor tiempo posible mientras priorizamos la búsqueda de oportunidades en las que el mecanismo permanezca inactivo, listo para jugar, pero en total y elástica relajación. En este punto el reto será definir la duración del ataque para que nunca se extienda demasiado y llevar los dedos a sobrepresionar las teclas cuando no sea necesario.

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